Cada día descubrimos más sobre una historia apasionante. Hace más de 40,000 años, coincidieron dos linajes diferentes de humanos: neandertales y sapiens. Hablamos de linajes porque ambos dieron lugar a una descendencia común, nosotros mismos. Hoy sabemos que las personas de ascendencia no africana tienen entre un 1-2 % de ADN neandertal en su genoma, con algunas estimaciones llegando hasta el 4 % en ciertas poblaciones.
Genética y Herencia Neandertal
Los subsaharianos presentan alrededor de un 0.5 % de ADN neandertal debido a retrocruces, fruto de las migraciones de humanos modernos con ADN neandertal de vuelta a África. Por otro lado, los indígenas americanos y de Oceanía tienen entre un 1-2 %, reflejando la migración temprana de los ancestros asiáticos hacia estas áreas.
La selección natural ha eliminado y retenido diferentes genes neandertales. Algunos genes retenidos proporcionan ventajas como ciertos rasgos físicos, mayor inmunidad y capacidad termorreguladora. Sin embargo, otros genes nos predisponen a enfermedades como la depresión o la artritis.
Cultura Compartida
La mezcla entre sapiens y neandertales ocurrió en múltiples eventos en distintas regiones de Europa y Asia. Compartieron los mismos hábitats durante miles de años, y en épocas de escasez, las migraciones eran frecuentes. Los grupos menos numerosos, como los neandertales, tendían a aceptar lo diferente como una estrategia de supervivencia.
Comunicación y Tecnología
Ambos grupos tenían la capacidad física para el lenguaje. La anatomía de las cuerdas vocales, el tracto vocal y la estructura cerebral de los neandertales sugieren que podrían haber tenido alguna forma de comunicación verbal.
Además, compartían conocimiento tecnológico, como la industria lítica del Paleolítico medio. Se ha encontrado evidencia de intercambio cultural, como la adaptación de técnicas sapiens por parte de los neandertales, especialmente en la región de Chatelperrón en Francia.
Capacidad Simbólica
Ambos grupos demostraban una gran capacidad simbólica. Se han encontrado representaciones gráficas de neandertales en la cueva de Gorham (Gibraltar) y en la cueva de Ardales (Málaga). También usaban adornos personales, peinados, colgantes y el ocre en los enterramientos.
Conflictos y Cooperación
Aunque hay indicios de conflictos entre neandertales y sapiens, las evidencias son limitadas y sujetas a interpretación. Restos fósiles como el cráneo de Saint-Césaire (Francia) y Shanidar 3 (Irak) sugieren heridas infligidas por otros humanos, pero no podemos determinar si los atacantes eran sapiens o neandertales.
Intercambio y Migraciones
La evidencia arqueológica muestra que hubo un intercambio significativo de herramientas, adornos y pigmentos entre ambos grupos. Este comercio directo y la trasmisión cultural indican que hubo cooperación y migraciones entre ellos.
La relación entre neandertales y sapiens fue compleja y multifacética, marcada tanto por conflictos como por cooperación. Esta interacción dio lugar a un legado genético y cultural que perdura hasta hoy. El fruto de esa relación somos nosotros, portadores de una herencia compartida que sigue fascinando a los científicos.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.